lunes, 31 de marzo de 2014

Los papeles de Madrid.

PRESENTACIÓN EN MADRID

El próximo 9 de abril, a las 19.00 horas,  en la Librería Antonio Machado, del Círculo de Bellas Artes de Madrid, Luis Quiñones presentará su segunda edición de Los papeles de Madrid. En el acto intervendrá la escritora Inma Chacón, a quien queremos agradecer desde aquí su aportación. Por supuesto, todos nuestros amigos y seguidores están invitados.  

jueves, 6 de marzo de 2014

El paraíso de las flores marchitas.

EL PARAÍSO DE LAS FLORES MARCHITAS





Otra vez estamos de enhorabuena en la editorial Gaudalturia. La novela de Carlos Guillermo Navarro es también finalista del Premio de la Crítica de Andalucía. Ojalá su premio o su nominación sirva, como deseamos fervientemente, para que su obra se acerque cada vez a un público mayoritario. Al fin y al cabo, los lectores son el mejor premio. Seleccionada entre las múltiples obras que se han publicado durante el pasado 2013, este texto aspira a consagrar definitivamente a su autor como una de las voces más relevantes de la narrativa española y andaluza. Un texto que ya se está convirtiendo en un éxito: una reflexión sobre los pequeños fracasos y las grandes expectativas. 

Nuestros mejores deseos, nuestras más intensas energías para el autor de esta obra, que bien merecido se tiene llegar hasta ahí. Nuestro amigo Carlos Guillermo Navarro tiene mucho que decir. 

jueves, 16 de enero de 2014

Carmen Ramos (Gibraleón, Huelva, 1968), es una poetisa que este año dará que hablar.  Economista de profesión e incansable lectora "incluso antes de saber leer", como ella misma afirma,  ha colaborado en diversas convocatorias de fomento de la lectura. Algunos de sus poemas han visto la luz en blogs, bitácoras y antologías; sabe la importancia que tiene la Red, como buena escritora del siglo XXI, que construye su blog literario Poliedroautodual. Colabora habitualmente en Papelusar, publicación de periodicidad "francamente impredecible" y en la revista GEG Magazine, donde tiene una sección fija llamada “Lecturas no obligatorias”. La plaquette Mudanza Interior (2010) fue su primera publicación en solitario, a la que siguieron los poemarios Poliédrica (2011)  y Las estrellas han hallado otra forma de morir, de reciente aparición en nuestra editorial (2013), estamos convencidos de que será un éxito rotundo, ya que es candidato al XX Premio Andalucía de la Crítica, para el cual le deseamos toda la suerte del mundo. La prosa tampoco se le escapa a nuestra autora, con el proyecto de microrrelatos Mundo, más de veinte maneras de lavarse las manos, que fue seleccionado en el Proyecto Novos dentro del Festival CoruñaMayúscula.  



LA HOJA EN BLANCO

Nunca le he tenido miedo a la hoja en blanco o al minuto de silencio. Siempre he tenido algo que decir, algo que escribir. Recuerdo un examen en la universidad en el que las preguntas nada tenían que ver con los apuntes que yo tenía. Era como si me hubiese matriculado de otra asignatura. Sabiendo que se trataba de Economía Mundial y que la profesora nos había recomendando leer los “suplementos naranjas” de los periódicos, le eché valor y decidí comentarle aspectos de la actualidad (de aquella actualidad de aquellos finales de los ochenta) que estuviesen relacionados con lo que me estaba preguntando. Milagrosamente aprobé. Si ese día tuve unos minutos de terror, a la primera palabra que salió del Bic se me borraron. Y hasta hoy. 

Le tengo más miedo, sin embargo, a la hoja rellena. O quizás pudor, por ver retales de mi vida ahí tendidos, escenas que un día fueron ante mis ojos -o que quizás, por qué no, imaginé- y que trasladé a palabra escrita y que ahora están impresas y se reúnen por ejemplo bajo el título Las estrellas han hallado otra forma de morir



Las estrellas es un poemario muy personal y que parte de una situación muy concreta: la pérdida de mi padre de forma inesperada hace casi 21 años. Y la llama que lo prende es un poema de Javier Das, titulado “En ocho años”; la mecha es esa herida que está ahí, esa ausencia de tantos años y tantas cosas que han pasado por mi vida, por nuestras vidas y en la que quienes se van para siempre no pueden estar. 

Y así inicio un recorrido de atrás para adelante, de fuera hacia dentro. De contar cómo la tecnología nos ha cambiado la vida en el poema “Ya no existen los suburbios” hasta hacer una promesa íntima: “Dibujaré / una mariposa / en cada uno de mis arrebatos”. Desde enumerar cómo están siendo de duros estos años de crisis y rescates en poemas como “Algunas cuestiones importantes”, “Raros efectos de la sublimación” o “A diario” hasta darle forma a mi llanto en “Cuerpo de barro”. 

Luego los ves impresos en un libro con una edición muy cuidada que se suele decir, con una hermosa fotografía en la portada de una noche rara y estrellada como la vida misma. Y lees tus poemas en público y ves los ojos, las manos de quienes te escuchan y alguien te lee y aparece una reseña en una revista y alguien te cuenta en un mail que no te conoce pero que tiene tu libro en su mesilla de noche. Y sientes el pudor, la responsabilidad, el miedo de que tu vida y la de ellos quepan en un poema. 

Y se siente miedo. Mucho.

Por Carmen Ramos.

Conoce un poco más a nuestra autora, pinchando aquí
  

sábado, 11 de enero de 2014

Joaquín Arbide.

Joaquín Arbide. Nacido azarosamente en la localidad de Bienvenida (Badajoz), en el año 1941, de joven recalará en Sevilla, donde cursa Filosofía y Letras, después de pasar parte de su infancia en el Marruecos español. Sus comienzos literarios son gracias al teatro, afición que conserva desde sus años de estudiante, habiendo trabajado a lo largo de su vida en distintos medios de comunicación, cuando el periodismo era un "oficio" más que unos estudios. Ejercerá como tal en radio, en la Voz del Guadalquivir, Radio 80, Radio Andalucía y Radio Lebrija; y compaginará sus trabajos en cine y televisión, en “Canal Sur” y “Giralda Televisión”. En prensa, colaborará con Pueblo, Diario Sevilla, Diario Sur-Oeste, Informaciones de Andalucía, Tierras del Sur y Torneo, además de otras colaboraciones con medios escritos. Desde el año 2000 hasta la fecha, se dedica a la literatura, habiendo publicado, en ese periodo de tiempo, un total de quince títulos, entre los que cabe destacar Sevilla en los 60, La leyenda de Joaquín Romero Murube, Sevilla en los bares, Los años moros o Sevilla en la retina, y de los cuales varios han sido publicados por Gualdaturia, destacando como un magnífico ensayista, un buen narrador y un excelente observador de la realidad. 



DIVAGANDO POR EL MUSEO DE SEVILLA

Unas de nuestras novedades, que podrás adquirir este año de 2014, es la última obra de Joaquín Arbide. Adherida a los vetustos muros del antiguo Convento de la Merced, actual Museo de Bellas Artes, esta obra se escribe desde un inmenso amor por el arte. Y es precisamente el amor y el arte lo que se funden en este libro. 



Nos encontramos ante una serie de ensayos cuyo objetivo es la iniciación del espectador de la obra de arte, en la técnica de su contemplación y en la comprensión, para de ese modo poder sentirla mejor y estudiarla con facilidad, ahondando así en los secretos y misterios que tanto una pintura como una escultura pueden esconder, aprendiendo a divagar con libertad sobre un paisaje, un rostro, una luz, un claroscuro, un retrato, un vestuario, un decorado, un mosaico, lo barroco, lo impresionista, los colores, un desnudo…

El autor cuenta una historia, a caballo entre la literatura ficcional y el didactismo, donde la contemplación de una serie de obras del Museo de Bellas Artes se va mezclando con la relación de compañerismo, amistad y amor que nace entre una pareja de asiduos visitantes al Museo, estudiantes de Arte en la Universidad. Arte y realidad se mezclan de tal modo que el arte terminará condicionando la propia realidad.

Una obra, en definitiva, de iniciación para cualquier espectador inquieto y para cualquier lector apasionado, y todo ello contado sin lecciones ni discursos, mientras, en el recuerdo, el autor evoca, como transfondo, la Sevilla de comienzos de los años 60.

Conoce un poco más a nuestro autor, pinchando aquí.


martes, 24 de diciembre de 2013

Feliz Navidad y próspero año 2014

Guadalturia quiere transmitiros nuestros mejores deseos para estas fechas y para el próximo año que está a punto de empezar. Gracias a todos nuestros seguidores y amigos, autores y clientes, y ojalá el año que entra os colme de felicidad. En enero regresaremos con nuestras novedades y más noticias. Disfrutad en la mejor compañía posible, la de los vuestros y la de los libros. 


lunes, 16 de diciembre de 2013

Carlos Guillermo Navarro.

Antonio Garrido publicó el pasado 2 de noviembre de 2013, la siguiente crítica que ofrecemos ahora a nuestros amigos y  lectores. Aparecida en el diario Córdoba, en Cuadernos del Sur, su autor, catedrático de Filología y ex director del Instituto Cervantes de Nueva York, ha sabido encontrar la esencia de la escritura de Carlos Guillermo Navarro en esta novela, que como indica el propio Garrido, posee una brillantez que deslumbra, llena de matices inconfundibles. Nuestra enhorabuena a Carlos Guillermo Navarro, padre de El paraíso de las flores marchitas, por haber recibido una crítica tan excelente como merecida a su novela, y que por supuesto no dejaremos pasar de largo en nuestro blog. 


NO TODO ERA PARAÍSO

Mucho se ha escrito sobre la actitud del autor con respecto a la difusión de su obra. Hay escritores que producen pensando en el público; el mismo Lope de Vega tenía muy presente el gusto del "vulgo". Otra cosa es la calidad del resultado, que en el ejemplo citado era extraordinario casi siempre. Otros, muy pocos, afirman que escriben para ellos mismos, como necesidad personal, y que no tienen el menor interés en difundir su obra. Me lo creo aunque con dificultad. Con independencia de la verdad o mentira del aserto, puedo afirmar que esa obra no existe. No se completa el circuito de comunicación, no hay receptor. Un tercer grupo es el que escribe sin concesiones a las modas y al oportunismo pero desea, es coherente, llegar a todos. En este grupo incluyo a Carlos Guillermo Navarro, autor de El paraíso de las flores marchitas , editado por Guadalturia.
Conozco muy bien la obra de Navarro; sobre todo sus novelas Por las rutas de los mares Apuntes de una crónica negra . Estamos ante un prosista singular, original; menuda palabra en los tiempos que corren, tiempos de clones informáticos, de corta y pega. Navarro es justo lo opuesto. Durante años, sí, años, se faja con el idioma en el ring de las palabras y vence la dificultad, esa que es esencia de la verdadera literatura, para ofrecernos desusadas perspectivas del significado, veladuras del sentido, brillantez deslumbrante de una palabra que queda suspendida en el centro de la frase, aupada en la fuerza de la evocación por los matices, ya llegué, matiz y sutileza hasta en la violencia de lo narrado.
Una cabeza golpea en el asfalto, solo eso y es más que suficiente para sentir la pesadez del cuerpo derribado, del cuerpo de la mujer asesinada. Tan importante es el texto como lo que este crea de nebulosa, de constelación evocadora. Son los magníficos agujeros negros de esta prosa, los espacios in absentia , que Navarro domina perfectamente y que son estilemas virtuales porque cierran la intención del párrafo o de la frase. Se trata de un equilibrio de funámbulo en lo más alto de la carpa y el lector sigue los ejercicios del volatinero de la prosa con interés nunca decaído; de todo lo anterior se desprende que la acción no es determinante; por el contrario, lo es el análisis, la exploración de los pliegues ocultos de la sicología de los personajes, de sus motivos, de sus sinrazones. Estamos ante un viaje atrevido por el interior de cualquiera de nosotros.
El autor no crea héroes, se mueve en la cotidianidad porque siempre ha intentado ser testigo de nuestro tiempo, siempre ha querido contar la esencia del ser, la contradicción. Nada tiene un valor absoluto. Del locus amoenus pasamos al infierno sin transición, de golpe, cuando todo el mundo de certidumbres que hemos ido creando cae con estrépito o con silencio, ese silencio que requiere el odio, la violencia extrema que desdobla la personalidad del protagonista.
Dos narradores y tres momentos en el decurso del tiempo. No hay nombres propios, todos estamos implicados en la historia. En el origen fue la pasión, el amor elevado a la más alta potencia del triunfo de los sentidos, al agotamiento de los cuerpos unidos en el gemido. Siguió el matrimonio y el apaciguamiento, suave, lento, pero inexorable. Continuó el desapego y, claro está, el divorcio y sus secuelas. Normal, muy normal.
El narrador se siente estafado por la sentencia y se irá adentrando en el mundo de los fantasmas, de las pinturas negras, de una nueva personalidad hórrida que no llega a reconocer, que deviene autónoma y que lo lleva a cometer acciones contrarias a su naturaleza. La mayor parte de la narración nos llega desde el punto de vista de la abogada que le llevó el divorcio. ¿Qué siente por este hombre? No sabemos, no importa, el misterio es una puerta que no se debe cruzar; seguramente, pena.
Si el personaje se desdobla, la aparición del "otro", de su clon, un malhechor probado, amplia el horizonte de matices. Se produce una inversión. El malo se vuelve bueno y el bueno, ya sabemos. Esta estructura en paralelo se completa con la exmujer y la nueva amante del protagonista. No puedo desvelar nada más. Un aspecto que me ha llamado la atención es la verosimilitud de unas relaciones que sorprenden. La naturalidad de los hechos es la clave. Al final, el protagonista retoma la historia y sabemos del desenlace. Disfrute el lector, demórese con la prosa, déjese llevar
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domingo, 17 de noviembre de 2013

Felipe Díaz Pardo

Felipe Díaz Pardo, (Madrid, 1961) es licenciado en Filología Hispánica y compatibiliza su tarea docente –como profesor de Lengua Castellana y Literatura, como director de Instituto y, actualmente, como Inspector Técnico Central del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte– con otras relacionadas con el mundo literario, ya sea a través de la creación o de la investigación. 
Del doble empeño de docente y escritor, dan cuenta varias publicaciones, algunas de las cuales han visto a la luz con nuestra editorial. Ha coordinado la creación de materiales didácticos, algunos de ellos para Internet, como el Proyecto Cíceros, elaborado a instancias del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. 
Por otra parte, ha publicado libros sobre temas educativos (Cómo gestionar un centro de Secundaria, La LOE pregunta a pregunta, Cómo aprender a enseñar, Manual para profesores inquietos, Bendita crisis), varias novelas (Las sombras que nos persiguen, La humanidad de los dioses, Tanto motivo sin fisura, La casa de las almas soñadas), un libro de relatos (Dioses, hombres y fantasmas), una novela juvenil (La factoría de los sueños) y una antología sobre cuentos de Galdós (¿Dónde está mi cabeza? y otros relatos).


LAS VENTAJAS DEL ESCRITOR DESCONOCIDO

A pesar de haber publicado una docena de libros, uno sigue siendo un escritor desconocido. No ha de pensarse que esta afirmación contiene conato alguno de pesimismo o rencor. Antes al contrario. Y menos aún si el escritor desconocido cuenta con la madurez vital que le proporcionan la edad y con la autonomía económica que le concede una profesión más o menos respetable, fruto del estudio y la dedicación y cuenta, por último, con la libertad de no sentirse atado a géneros, modas y desplantes de unos editores que, en ocasiones, desprecian el trabajo de quienes le proporcionan la materia prima de su empresa y en ocasiones intentan aprovecharse de las ingenuas ilusiones del autor novato. Me refiero con esto último a la pléyade de supuestas editoriales que ofrecen últimamente sus servicios de ¿coedición? en sus más diversas y ocurrentes versiones cuando el autor envía manuscritos con el objetivo de publicar su obra y se ve halagado al día siguiente por esas empresas que están dispuestas a editar su libro como si de imprimir estampitas de la primera comunión se tratara para repartir entre los amigos y familiares.

El escritor desconocido, para su consuelo, se siente admirado, con más o menos intensidad y aprecio, por sus más cercanos conocidos. Ven en él a alguien diferente, a una persona cercana que dispone de una habilidad negada a la inmensa mayoría. Pero en realidad, y eso quizá no lo tienen en cuenta, este amigo que tanto estiman no hace más que encauzar sus inquietudes, aficiones y entretenimientos por la senda de las letras, en sus más diversas manifestaciones: unas veces reflexiona sobre la práctica profesional que le da de comer; otras ensaya ejercicios literarios en el cuento y la novela; y otras, se enfrasca en sesudas investigaciones, motivadas por el interés que aún mantiene por la materia que estudió en su juventud.


Asumido el papel que le corresponde, los efectos de los medios de comunicación tampoco afectan en gran medida al escritor, por cuanto que poco o nada se ocupan de él, a excepción de alguna reseña promocional sin apenas repercusión que, de forma mecánica y rutinaria, distribuye la empresa editorial entre las direcciones de un listado de contacto de prensa ordenado alfabéticamente en una base de datos. Si hay suerte surge alguna entrevista, breve y telefónica, en alguna emisora de radio a la que le sobren unos minutos en un programa de horario tan intempestivo como inútil o, incluso, llegando al colmo de toda buena fortuna, podrá ser llamado por alguna televisión, que enlata contenidos culturales para distribuirlos luego en las horas más bajas de la audiencia, o por un canal de poca monta que dedica el tema de la tertulia de ese día a algo que tiene que ver con su libro. Y ya ni hablemos de la crítica, buena o mala, de sus escritos, siempre inexistente, a no ser que provenga de un buen amigo que le reconozca alguna virtud y tenga la posibilidad de lanzarle algún piropo.

No obstante, y a pesar de todo, una convicción le queda siempre al escritor desconocido: considerarse tan bueno como otros colegas de profesión, que han conectado con gustos, temas de modas impuestos por una sociedad cambiante, superficial y mercantilista, o que han dado con la ocasión oportuna para alcanzar la fama, por muy ocasional e intrascendente que sea. Por eso, si antes una carta formal y distante de la editorial de turno rechazaba su obra le hundía en la zozobra y en el desencanto absolutos, ahora sabe que cada negativa no es más que una simple opinión más, carente de auténticas razones, en la mayoría de los casos, y una oportunidad más para seguir adelante. Que no va a desanimarse en su vocación de componedor de textos, los cuales ahora más que nunca responden a su intención de expresar lo que desea expresar sin condicionantes ni ilusiones de principiante.

En conclusión, cuando no se alcanza el éxito, para un escritor desconocido todo son ventajas.





Por Felipe Díaz Pardo