jueves, 16 de enero de 2014

Carmen Ramos (Gibraleón, Huelva, 1968), es una poetisa que este año dará que hablar.  Economista de profesión e incansable lectora "incluso antes de saber leer", como ella misma afirma,  ha colaborado en diversas convocatorias de fomento de la lectura. Algunos de sus poemas han visto la luz en blogs, bitácoras y antologías; sabe la importancia que tiene la Red, como buena escritora del siglo XXI, que construye su blog literario Poliedroautodual. Colabora habitualmente en Papelusar, publicación de periodicidad "francamente impredecible" y en la revista GEG Magazine, donde tiene una sección fija llamada “Lecturas no obligatorias”. La plaquette Mudanza Interior (2010) fue su primera publicación en solitario, a la que siguieron los poemarios Poliédrica (2011)  y Las estrellas han hallado otra forma de morir, de reciente aparición en nuestra editorial (2013), estamos convencidos de que será un éxito rotundo, ya que es candidato al XX Premio Andalucía de la Crítica, para el cual le deseamos toda la suerte del mundo. La prosa tampoco se le escapa a nuestra autora, con el proyecto de microrrelatos Mundo, más de veinte maneras de lavarse las manos, que fue seleccionado en el Proyecto Novos dentro del Festival CoruñaMayúscula.  



LA HOJA EN BLANCO

Nunca le he tenido miedo a la hoja en blanco o al minuto de silencio. Siempre he tenido algo que decir, algo que escribir. Recuerdo un examen en la universidad en el que las preguntas nada tenían que ver con los apuntes que yo tenía. Era como si me hubiese matriculado de otra asignatura. Sabiendo que se trataba de Economía Mundial y que la profesora nos había recomendando leer los “suplementos naranjas” de los periódicos, le eché valor y decidí comentarle aspectos de la actualidad (de aquella actualidad de aquellos finales de los ochenta) que estuviesen relacionados con lo que me estaba preguntando. Milagrosamente aprobé. Si ese día tuve unos minutos de terror, a la primera palabra que salió del Bic se me borraron. Y hasta hoy. 

Le tengo más miedo, sin embargo, a la hoja rellena. O quizás pudor, por ver retales de mi vida ahí tendidos, escenas que un día fueron ante mis ojos -o que quizás, por qué no, imaginé- y que trasladé a palabra escrita y que ahora están impresas y se reúnen por ejemplo bajo el título Las estrellas han hallado otra forma de morir



Las estrellas es un poemario muy personal y que parte de una situación muy concreta: la pérdida de mi padre de forma inesperada hace casi 21 años. Y la llama que lo prende es un poema de Javier Das, titulado “En ocho años”; la mecha es esa herida que está ahí, esa ausencia de tantos años y tantas cosas que han pasado por mi vida, por nuestras vidas y en la que quienes se van para siempre no pueden estar. 

Y así inicio un recorrido de atrás para adelante, de fuera hacia dentro. De contar cómo la tecnología nos ha cambiado la vida en el poema “Ya no existen los suburbios” hasta hacer una promesa íntima: “Dibujaré / una mariposa / en cada uno de mis arrebatos”. Desde enumerar cómo están siendo de duros estos años de crisis y rescates en poemas como “Algunas cuestiones importantes”, “Raros efectos de la sublimación” o “A diario” hasta darle forma a mi llanto en “Cuerpo de barro”. 

Luego los ves impresos en un libro con una edición muy cuidada que se suele decir, con una hermosa fotografía en la portada de una noche rara y estrellada como la vida misma. Y lees tus poemas en público y ves los ojos, las manos de quienes te escuchan y alguien te lee y aparece una reseña en una revista y alguien te cuenta en un mail que no te conoce pero que tiene tu libro en su mesilla de noche. Y sientes el pudor, la responsabilidad, el miedo de que tu vida y la de ellos quepan en un poema. 

Y se siente miedo. Mucho.

Por Carmen Ramos.

Conoce un poco más a nuestra autora, pinchando aquí
  

2 comentarios:

  1. Carmen, te necesito en mi vida. Me encanta leerte. Sigue, no pares de escribir.

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  2. Gracias Almudena! Sabes que yo también necesito tenerte cerquita.

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